El proyecto de rediseño, que estaba dentro en un proyecto de estrategia mucho más amplio como para renovar todos los medios de comunicación del Grupo y la organización del trabajo en la redacción, requería un cambio importante. A partir de la introducción del color amarillo en la cabecera, un recordatorio de los carteles y señales de los quioscos, el cambio implicó una reorganización total de la información y una identificación visible entre las secciones y géneros periodísticos.