El objetivo principal era dar una identidad clara al Corriere del Ticino: después de una investigación sobre el ciudadano de Ticino, sobre el lector del periódico y sus hábitos, elegimos una nueva fuente, nunca utilizada, por lo tanto exclusiva, única, precisa, ordenada, limpia.
Un diseño pensado verticalmente con imágenes casi exclusivamente en horizontal, con el objetivo de crear contraste y dinamismo en la página. Además, la navegación contiene encabezados verticales para las aperturas de sección y para mejorar las páginas de un solo tema que el personal editorial pretende promover más que otros.